Tengo un marco y soy transparente,a veces me cierran cuando hay corriente.Pero ahora estoy abierta porque has llegado,y a parte de la puerta soy tu único aliado...
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I N F O R M A C I Ó N · E X T R A
Título: La Casa del Torreón II El Despertar de las Sombras
Autora: Isabel del Río Sanz
Ilustradora: Cristina Barros
Edad: A partir de 12 años
Páginas: 224
ISBN: 978-84-615-9543-3
PVP: En librería 14.00€, en web 11.00€ y en e-book 6€
E-book: https://www.amazon.es/dp/B008PWXP66
Papel en Amazon: http://www.amazon.es/La-Casa-del-Torre%C3%B3n-II/dp/8461595432/ref=sr_1_11?ie=UTF8&qid=1343632920&sr=8-11
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Fecha de publicación: 24 de julio del 2012
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¡Hemos terminado! *-* A ver quién es el afortunado superviviente :)
ResponderEliminar30 de Septiembre, Visite a un Ángel caído y quede atrapada de nuevo en la Caza del Torreón, pero voy a huir, lo sé, eso sí, antes de tomar las botas, debo retroceder. Entre libros encontré la primera pista, y me hice con una chaqueta, en esta odisea debo estar abrigada, nunca se sabe cuándo necesitare mantenerme caliente.
ResponderEliminarHan pasado un par de días, y en una estantería me pude hacer como unas barras energéticas, aunque en el terror de huir, el hambre no me visita a menudo, he de mantenerme fuerte. Luego un mapa es todo lo que necesite para planificar el viaje de vuelta a mi hogar.
6 de Octubre, me arme de valor y visite el sótano, un cuchillo me estaba esperando, no se me ocurre que otra cosa podría ser más efectiva contra los caníbales. Una lata con comida fue un regalo de una bibliófila, y con esto ya estoy un paso más cerca de poder salir.
Mientas exploraba un poco más en la casa algo luminoso llamo mi atención, una cantimplora, creo que debo seguir buscando, este torreón está repleto de sorpresas.
Las exploraciones han dado sus frutos, he encontrado un escondrijo en el cual me siento como en un mundo paralelo, sin sombras, sin miedos, hasta me he dormido y he soñado con chocolates, cajas y torres sin fin, retiro lo de no tener hambre, luego de tantos días de enlatados, añoro algo dulce.
16 de Octubre, debo retomar esta crónica, al fin encontré una linterna, me siento ahora mucho más segura, las sombras son peores que los caníbales, son más peligrosas, más pacientes y me asechan sin parar. En la noche siempre que tenga las baterías extras, puedo respirar un poco más tranquila.
He de confesar que me he sentido muy sola, hoy he simulado que no escribía un diario, sino a un amigo, pero no he logrado sentirme mucho mejor, debo escapar antes de que sea muy tarde… Creo que estoy atascada. Toca dar un salto.
24 de Octubre, como para estar aun más en sintonía con mis renovadas ganas de escapar he bebido una gran taza de café, esta noche será la noche lo presiento, quiero estar alerta. He tomada la mochila que tiene el hada pintada para guardar todo lo que he logrado reunir, espero que me traiga suerte, y de algún modo lo hizo, halle el jabón que mi amiga Dianna me había regalado, hace ya, quien sabe cuento tiempo.
He tratado de abrir la ventana, esa que me llevara a otros mundos, pero no me he podido ir sin mi diario, creo que ya estoy lista para dar ese último paso, espero que sea así…
Si estás leyendo estas letras, puede que no lograra escapar, así que no cometas mis errores, corre, no esperes, tú puedes ser tu peor enemigo, recuerda a los que amas y no mires atrás. Logra escapar por los dos.
¡Qué lujo leerte, María!
ResponderEliminarSuerte, besos y abrazos a los supervivientes.
[PARTE 1 CRÓNICA DE SUPERVIVENCIA EN LA CASA DEL TORREÓN]
ResponderEliminarHola:
Me han dicho que debo dejar constancia de lo que escribí en mi Diario, tras escapar con vida de la casa del torreón. Esto fue lo que relaté entre sombras:
A quien lea este mensaje: soy un alma atrapada en las tétricas sombras de la casa del torreón. Esta es mi historia.
- Viernes Sept. 28, 2012
Caminando por un oscuro y frondoso camino divisé a lo lejos una no menos oscura casa, tétrica como pocas. Cansada de andar y con agujetas en los pies decidí encaminarme a ella para descansar, a pesar de que me inspiraba algo extrañísimo que ni podría explicar; una sensación que me embargó pero me incitó a seguir. Suerte de que disponía de una chaqueta porque el ambiente me parecía de un frío helado.
- Domingo Sept. 30, 2012
¡Dios existe! Ha debido pasar un ángel porque ni caídas del cielo me han parecido. Mis botas me saben a gloria, pues el sendero del camino a la casa es empedrado, dificultoso, mis pies trastabillan a cada paso.
- Martes Oct. 2, 2012
Ya estoy en la casa. Todo oscuro, lúgubre, mi respiración rompe el atronador silencio que rodea cada estancia. Siento que mis piernas flaquean y que mi pulso tiembla. Ha sido mala idea entrar aquí. De repente me da por reponerme de mis fuerzas desfallecidas con mis barritas energéticas.
- Jueves Oct. 4, 2012
Estoy perdida, literal y metafóricamente. En esta tenebrosa casa y en mis miedos. No sé por dónde voy. Pienso en el mapa, que me sacará de aquí, que me salvará. Convencida, lo extraigo de mi bolsillo.
- Sábado Oct. 6, 2012
El mapa no me ha salvado ni mucho menos me ha conducido a una vía de escape. Sin embargo, continúo con él en la mano, tan arrugado como está de mi frustración al seguir atrapada en este oscuro mundo sin fin. Sigo andando y de repente creo que la vista se me nubla de estupor. ¿Qué es eso? Veo una puerta medio escondida al final de un pasillo entre tanta oscuridad. Mi curiosidad me mueve. La abro y descubro que lleva a un sótano, igual de oscuro, bajando unas destartaladas escaleras. No hay una luz cerca y mis ojos poco a poco se acostumbran al negro de la estancia. Pero de repente se hizo la luz: el brillo de la hoja de un cuchillo resplandece en la tenebrosidad de la habitación. De nuevo mi curiosidad me impulsa a cogerlo, no sé para qué, pero me lo llevo. Quizá me sirva de arma defensiva frente a quien se me ponga por delante. Dicen que unas sombras merodean por la casa.
- Lunes Oct. 8, 2012
Dos días después sigo encerrada en el sótano. El mapa no deja nada en claro sobre cómo salir de este embrollo. ¡Qué martirio! Y ahora el hambre me mata. No puedo seguir más aquí sin comer algo. Comida enlatada me viene bien si quiero salir de este horroroso lugar. Sin fuerzas moriré.
[PARTE 2 CRÓNICA DE SUPERVIVENCIA EN LA CASA DEL TORREÓN]
ResponderEliminar- Miércoles Oct. 10, 2012
Por fin he salido del sótano y creyendo que la oscuridad se acabaría, caí en las garras de la ingenuidad. Todo sigue oscuro ¡Maldita sea! Pero la luminosidad apareció ante mis ojos, todavía reacios a la luz. Una cantimplora descansaba sobre la superficie, gelatinosa y sucia, de una mesa en la cocina. Parecía puesta allí adrede porque estaba intacta. Mi boca, seca y áspera, necesitaba a gritos unas gotas del líquido elemento. Pero mi problema seguía conmigo: no veía salida posible para escapar de la casa.
- Viernes Oct. 12, 2012
Me he hecho a la idea de que este sitio es un peligroso laberinto, será difícil escapar. Me indigno y me pongo, armada de un gran valor, a explorar el lugar. Y así, sin más... ¡un escondrijo resurge ante mí! Ni yo misma me lo creo. "Voy a salir de aquí", me digo mientras voy acercándome a él. Solo espero que no me conduzca a un mundo paralelo a este.
- Domingo Oct. 14, 2012
Estúpido escondrijo, no es más que un recodo en el camino, un pequeño habitáculo acolchonado, aterrador y misterioso. Me recuerda a las habitaciones del pánico (si no es una de ellas). Anoche me dormí agazapada en el suelo de esta habitación oscura, hecha un hobillo. El cansancio pudo conmigo, mi cuerpo me decía basta. Soñé que escapaba sana y salva, pero al despertarme sobresaltada por un extraño ruido (se me clavó hasta en el alma) me percaté de que seguía metida en esta horrible pesadilla. Mi sueño no se hizo realidad, y me maldije a mí misma por haber entrado en la casa. Mi estómago rugía como un león, el hambre me atizaba de nuevo. Lo único que me quedaba ya de comida era una barrita de chocolate. ¡Dios espero salir viva de este lugar!
- Martes Oct. 16, 2012
Sigo avanzando, mis botas desgastadísimas me avisan de que llevo ya mucho tiempo aquí. Eso sumado al aspecto desaliñado que debo tener. Agradecí no tener un espejo para ver mi cadavérico rostro.
Me encuentro en la 1ª planta y como por arte de magia veo algo lucir a lo lejos, en una misteriosa penumbra. No tengo ya nada que perder, así que me acerco, arrastrando mis doloridos pies, convencida de que esto es la crónica de mi muerte anunciada. Abatida llego al reluciente objeto y descubro que es una linterna. De repente, se me hizo la luz entre la tenebrosidad del lugar.
- Jueves Oct. 18, 2012
¡Maldición! ¡No funciona! Está descargada. ¿Cómo puedo ahora guiarme en la noche? De mi boca no hacían más que salir palabras sucias y soeces, maldiciendo mi mala suerte. Pero qué boba fui, llevo pilas alcalina en la mochila. Llorando como un niño, las busco entre mis cosas.
- Sábado Oct. 20, 2012
Mi soledad y el miedo me hacen pensar desvaríos varios sin sentido, cosas sin fundamento, absurdos y estupideces. ¿Qué pasaría si tuviera un cómplice conmigo? Abrazada a mis piernas y con el diario sobre las rodillas, sigo escribiendo...
[PARTE 3 CRÓNICA DE SUPERVIVENCIA EN LA CASA DEL TORREÓN]
ResponderEliminar- Lunes Oct. 22, 2012
Querido y dolorido diario, compañero de travesía horripilante, testigo directo de mi sufrimiento: por increíble que parezca, hoy no tengo nada que contarte. Solo que mi historia se va apagando y que suavemente me está matando.
- Miércoles Oct. 24, 2012
Espero que esto llegue a su fin, no aguanto más aquí. El haz de luz de la linterna, ya tenue y débil, se va consumiendo poco a poco, y siento que yo con ella. Creía que las pilas durarían como aquel conejito del anuncio. Entre tanto silencio y el viento golpeando las marquesinas de las ventanas, las paredes crujen, y a cada crujido, un sonido parecido al de un hueso al romperse, mi corazón late más. Entre el temblor de mi mano que sostiene la linterna veo que su escasa luz enfoca una puerta entreabierta en vete a saber qué estancia de la casa, creo algo parecido a un enorme salón vacío (lo deduzco por el eco de mis pasos al caminar). Oigo una sintonía, apenas audible, pero la oigo. Salgo de allí con pies en polvorosa y me encierro en la cocina, única estancia medianamente iluminada. Tranquila en apariencia, apago la linterna (hay que reservar las baterías) y decido espabilarme un poco con un café bien cargado. No es una tila, pero al menos creo que me calmarán sus sorbos.
- Viernes Oct. 26, 2012
Mi mochila no me consuela en absoluto. A cada momento que pasa la veo más y más vacía. De pesarme una barbaridad ahora parece peso pluma, a pesar de los pocos objetos que esta casa ha querido mostrarme y darme. Ver el macuto, no obstante, me ha hecho recordar a mi madre. Me lo regaló en mi 6º cumpleaños junto con un cuento de "Las Hadas Verdes del Bosque Mágico de Ihm" ¡Mochila mía, no me abandones como la suerte y la linterna!
- Domingo Oct. 28, 2012
Esta mañana me dio por pensar en el amor. Es lo único que me sacará de este lúgubre y apestoso sitio (lo de apestoso lo digo por mí). El amor por los míos y lo poquito que tengo me da fuerzas para subsistir.
- Martes Oct. 30, 2012
Siento, con todo lo que he recorrido, que pronto saldré de la casa. Debo estar preparada, fuerte y despierta, con mis 5 sentidos alerta, por si acaso. La suerte no me acompaña, mi linterna hace años luz que murió... y el olor corporal tampoco es mi amigo. Mientras busco un baño o ducha, si las sombras diabólicas me dejan proseguir, tanteo en mi mochila en aras de sacar el jabón con aroma a almendras. La pastilla, del tamaño de una piedra grande, ocupa toda la palma de mi huesuda mano y tiene un nombre grabado en relieve: Diana. ¡Qué irónico! Significa "día", "llena de luz". Precisamente eso es lo que necesito: ver ya la luz del día.
- Jueves Nov. 1, 2012
Ya aseada y limpia como los chorros del oro, estaba más que convencida de que no iba a seguir más en la casa, rastreándome por sus oscuros recodos, temblando en cada rincón, enfrentándome a sus maquiavélicas y siniestras sombras nocturnas. Estaba ya harta de todo eso, y sin embargo sorprendida por mi valentía, fuerza y supervivencia. Encerrada en el baño, lo inspeccioné ¡Y qué salvación me pareció su pequeña ventana! Un pequeño alivio frente a tanta grandeza de casa. Situada entre el váter y el bidé (que por cierto, no tenía grifo) la vi como una salida, una escapatoria a mi horror. Era diminuta, pero yo ya estaba casi en los huesos, casi a punto de desfallecer, pero con ganas de querer salir al mundo al que pertenecía. Se me hizo la luz allí dentro, entre el vaho de la ducha y el olor a almendras de mi jabón "Diana". Por fin iba a ver el día, el amanecer... y dejar atrás esta pesadilla de la casa del torreón.
A quien lea esto ahora: fui un alma atrapada en las tétricas sombras de la casa del torreón. Esta fue mi historia. Deseo que no se repita, así que a todo aquel que lea mi crónica queda avisado/a: las sombras no perdonan, acechan sin piedad y no dejarán a nadie vivo. Escapar es toda una proeza y tú debes ser tu mejor amigo, y a la vez enemigo. Sé valiente y sobrevive, pues no hay mayor tesoro que la vida.